Quién recuerda ahora los malos momentos vividos la temporada pasada con la eliminación del equipo griego en el top 16 de la euroliga. Los fanáticos seguidores helenos dieron muestra de su apoyo incondicional a Obradovic y los resultados no se han hecho esperar nuevamente. Se presentaba como una de las Final Four más igualada de los últimos tiempos y Panathinaikos no ha dejado dudas, ha sido el mejor equipo de Europa esta temporada.
Zeljko planteo un partido de desgaste sobretodo en el juego interior, en donde sacrificó peones (Vougioukas, Tsartsaris y Maric) para proteger y dar descanso a su rey (Batiste). Diamantidis controló el ritmo del partido en todo momento y supo leer las situaciones ofensivas donde su equipo podía sacar ventajas, repartió 9 asistencias. En defensa, se cerraron sobre Schortsanitis con fintas desde lado balón, ayudas largas o incluso 2x1 desde lado débil y recambios de piezas constantes para estar descansados en la lucha por cada centímetro de la zona.
Panathinaikos hace del bloqueo directo un arma casi indefendible para sus rivales porque intervienen los cincos jugadores. En ocasiones nos pensamos que el pick-roll es cosa de dos y el resto del equipo mira. La lectura de espacios y de la defensa es continua en el equipo griego, supieron sacar ventajas con Macvan y Hendrix, buscaron a Batiste en el interior cuando era defendido por Eliyahu, usaron pick-pop con Fotsis para jugar 1x1 con Macvan a seis metros del aro, etc...
En el 2009 el maestro de ceremonias fue Spanoulis en una final que ganaron al CSKA Moscu de Ettore Messina. Ahora Diamantidis toma su relevo y lleva a su equipo a un nuevo triunfo en la máxima competición europea. Fue elegido MVP de la Final Four sin ninguna discusión.
Y para Zeljko Obradovic, la historia es interminable, ya van ocho y sumando...
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